martes, 20 de octubre de 2015

CORTIJO

Hace un par de fines de semana hicimos un escapada familiar a un cortijo en Granada. Cuando llegué pensé que me faltaría memoria en la tarjeta de la cámara fotográfica, toda la casa era fotografiable. Era un  cortijo con ermita, animales y arboles frutales. Dentro de la casa tenían antiguos suelos hidráulicos y ventanas de madera. Fuera estábamos rodeados de árboles frutales, de los que nos trajimos unas cuantas manzanas, membrillos, almendras y nueces. Pero lo mejor fue que habían animales, así que los niños disfrutaron viendo a los caballos, al burro o las gallinas y los mayores nos pudimos relajar un poco. 







 
 
 
 

 

 
 

 

 
 Llevamos diez años haciendo esta escapada familiar y cada año la disfrutamos más o diferente. Por otros diez años más.



 


 

 

 

 

 

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